Al igual que las restantes obras, están pintados a mano, con pastas de relieve y lacas vitrales. Los especieros son frascos de cuatro caras planas, de las que generalmente se pinta una y se entregan con una tapa a rosca, de material plástico, recubierta de corcho exteriormente. Las junturas de las tapas están encoladas y lijadas de tal manera que parecen ser una pieza entera.
Los veladores se pintan a partir de botellas aportadas o elegidas por el cliente y se entregan sin pantalla pero con su correspondiente portalámparas, de los que se ofrecen en el mercado local.
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